Rebaja de tipos del Impuesto de Sociedades según la Ley 7/2024

Una oportunidad para las micro y pequeñas empresas: la Ley 7/2024

La aprobación de la Ley 7/2024 ha traído importantes reformas fiscales que proponen un enfoque renovador en el panorama económico español, especialmente diseñado para favorecer a las microempresas, aquellas que de otro modo podrían verse ahogadas por el peso de las obligaciones fiscales tradicionales.

Pero antes de adentrarnos en los pormenores, cabe cuestionarse:

• ¿Qué objetivos alberga esta ley y en qué medida se ve afectado el sector de las microempresas?

Objetivos y propósito de la Ley

En términos generales, la Ley 7/2024 busca aligerar la carga tributaria sobre las microempresas (y en muchos casos mucho), promoviendo un ambiente más propicio para su desarrollo y éxito a largo plazo.

• Reduce de tipos impositivos, se espera canalizar recursos para reinversiones o expandir capacidades operativas, lo cual, en última instancia, debería fomentar un ciclo virtuoso de crecimiento y competitividad dentro del mercado.

La legislación también resuena con un compromiso por la equidad fiscal, dirigiendo sus esfuerzos a nivelar el campo de juego donde tradicionalmente, las grandes corporaciones mantenían ventajas fiscales en comparación con sus contrapartes más pequeñas.

¿Cómo podrían estos cambios reconfigurar el ecosistema empresarial? Una posible respuesta radica en los detalles específicos de la rebaja de tipos impositivos.

Detalles de la rebaja de tipos del Impuesto de Sociedades

El corazón de la reforma se encuentra en los nuevos tipos del Impuesto de Sociedades que ofrecen un alivio significativo para las microempresas cuya facturación anual no supera el millón de euros. Entraremos a valorar los nuevos porcentajes: ¿en qué se traducen exactamente estas cifras, y cómo afectan directamente al cálculo financiero de estas empresas?

Nuevos tipos impositivos para microempresas

Recordamos que en el año 2026 el tipo era del 23% para las pequeñas empresas.

Para el año 2025, las microempresas disfrutarán de un tipo impositivo del 21% sobre los primeros 50,000 euros de su base imponible y del 22% sobre el monto restante.

No obstante, en el 2026 el tipo será el 19 % sobre los primeros 50,000 euros y 21% a partir de ahí

A partir del 2028 el 17% y 20% (cuando exceden de los 50.000) .

https://www2.agenciatributaria.gob.es/ES13/S/IAFRIAFRC12F?TIPO=R&CODIGO=0147782

Oportunidades para los autónomos individuales (no societarios)

Para muchos de ellos, el constituirse en Sociedad Limitada les puede suponer ahorros de casi el 10% de sus beneficios al ahorrarse impuestos tributando por Impuesto de Sociedades, en vez de pagar por el Impuesto sobre la Renta.

Todo ello, si su declaración de la renta tiene una base superior a los 60.000 euros. 

En este caso, recomendamos que la actividad se lleve a cabo a través de la forma jurídica de una sociedad y no como empresario individual persona física.

Ejemplo para que nos entendamos todos.

• Imaginemos a Manolo, que es un autónomo sin empresa que trabaja en su bar y que este año 2025 prevé tener un beneficio de 100.000 euros aproximadamente.
• Al ser autónomo sin empresa pagaría el IRPF, pero desgraciadamente los tramos del impuesto son progresivos y liquidaría en el último tramo nada menos que:
  • • Hasta 12.450 €: 19%.
    • De 12.450 € a 20.200 €: 24%.
    • De 20.200 € a 35.200 €: 30%.
    • De 35.200 € a 60.000 €: 37%.
    • Más de 60.000 €: 47%.
• Bien orientado por su Asesoría, constituye una empresa para poder tributar su actividad a través del Impuesto de Sociedades, que en el 2025 será del 21% en los primeros 50.000 euros y del 22% en los restantes. Pero es que en el 2028 pasamos a tributar solo el 17% y el 20% respectivamente.
• Una vez se paga el Impuesto de Sociedades, Manolo puede dejar el beneficio, ya pagados los impuestos en su empresa, o repartirse el dinero como dividendos (igual que haría si tiene participaciones en Telefónica, Repsol, o cualquier otra….) En ese caso, se le aplicaría la siguiente tabla sobre lo que le ha quedado después de pagar ese 21% (89% de 100.000 = 89.000 euros):
• • Hasta 12.450 euros un 19%
  • De 12.450 a 20.200 euros un 24%
  • De 20.200 a 35.200 euros un 30%
  • De 35.200 a 60.000 euros un 37%
  • De 60.000 a 300.000 euros un 45%
  • Por encima de 300.000 euros un 47% 
• Paga menos del 47% que supone tributar como autónomo individual, por lo que a partir de beneficios por encima de los 60.000 euros hay un ahorro fiscal tributando por I. Sociedades más los dividendos por Impuesto sobre la Renta.

Impactos económicos de las reformas del Impuesto de Sociedades

Más allá del ámbito tributario, estas reformas suscitan un abanico de repercusiones económicas tanto para las microempresas como para el mercado en general. Cuestionemos cómo las mismas pueden afectar áreas como la inversión, la liquidez y la estabilidad empresarial.

Repercusiones para el crecimiento de microempresas

La menor presión fiscal debería traducirse, teóricamente, en un impulso al crecimiento de las microempresas. Con recursos más libres, estas empresas no solo pueden expandirse, sino también invertir en innovación y mejorar su destreza en el mercado. Antes de estas reformas, una empresa que apenas alcanzaba el umbral de rentabilidad ahora podría dar ese crucial siguiente paso hacia la competitividad.

Inversiones y liquidez empresarial

Con menos impuestos que pagar, las microempresas encuentran una avenida atractiva para la reinversión en capacidades operativas y tecnológicas, acelerando su transformación digital. Dichas inversiones, a su vez, no solo incrementan su eficiencia, sino que mejoran las ofertas de servicios y productos innovadores. De este modo, se aspira a que las microempresas no solo sobrevivan, sino que prosperen en un entorno empresarial cada vez más competitivo.

En definitiva, la Ley 7/2024 con su enfoque en la rebaja de tipos impositivos resuena con la visión de un entorno fiscal más dinámico y menos restrictivo. A la espera del pleno efecto de estas reformas, se auguran cambios positivos significativos para las microempresas en España, lo que, sin lugar a dudas, promete un ambiente más favorable para el emprendimiento y la innovación.

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